Las casas de estilo nórdico se caracterizan por su diseño minimalista, funcional y acogedor, adaptado a climas fríos. Utilizan materiales naturales como madera, piedra y vidrio para lograr un ambiente cálido y luminoso. Sus grandes ventanales permiten aprovechar al máximo la luz natural, mientras que el aislamiento térmico y la eficiencia energética son clave en su construcción. Predominan los colores neutros, las líneas simples y los espacios abiertos, creando hogares confortables y elegantes con un fuerte vínculo con la naturaleza.